¿Cómo comencé mi emprendimiento sin renunciar a mi empleo?

Es más común de lo que creemos que cuando nos entran esas ganas de cambio, de querer comernos el mundo tengamos mucho miedo.

  • ¿Por qué quiero hacer este cambio?
  • ¿Me va ir bien?
  • ¿Tendré suficiente tiempo?
  • ¿Y si fracaso?

Cuando queremos comenzar con un emprendimiento es válido querer cerrar un ciclo. Aquí me refiero al empleo actual o la actividad a la que te dedicas, porque también es posible que sientas la necesidad de explorar otras áreas totalmente distintas y lanzarte al abismo confiado en ti mismo y en que tu proyecto marchará de la mejor forma.

Sin embargo, existe la posibilidad que no todo salga como lo esperas al principio por factores externos que pueden afectar tu negocio de manera directa. Por ejemplo, la pandemia que cambio todo y aún sigue tendiendo secuelas en muchos.

Cuando me preguntan qué opino o como lo haría, siento que no hay una formula exacta ya que cada negocio, emprendimiento, situación y son diferentes. Es decir, es válido que cada quien lo haga a su manera.

Por ejemplo, actualmente tengo un empleo maravilloso el cual disfruto al 100%, que durante muchos años me ha permitido crecer como profesional y aprender de personas con experiencias distintas a la mía. Sin embargo, esto no quiere decir que debo dejar a un lado mis proyectos individuales.

¿cómo lo hago? Te cuento a continuación:

  • Aunque sea poco, administro al máximo mi tiempo libre, distribuyo mis horas en función a mi negocio o emprendimiento. Desde hace muchos años, me acostumbre a llevar una agenda de trabajo y a diario apunto que debo hacer en el día. Esto aplica en mi empleo como con mis clientes externos.
  • No descuido mi trabajo, hablo con mi jefe directo y conoce mi emprendimiento, esto me ayudó mucho, al tener más experiencia y al ser emprendedor de hace muchos años, me da ideas y consejos. Ojo, esto no quiere decir descuidar las responsabilidades de mi cargo en la empresa, al contrario, es un compromiso para esforzarme y ser cada día mejor.
  • Tengo un pequeño equipo de colaboradores. Así sepa un poco de todas las áreas no me puedo sobrecargar. Aquí delegar es importante; por ejemplo, si me disfruto realizar los copys y hacer los planes de contenido de las cuentas que manejo, pero tengo un diseñador que me realiza las piezas gráficas y otra persona que se dedica exclusivamente a las campañas de ADS. De esta forma puedo cumplir con todas las actividades, disfrutar de lo que más me gusta de mi trabajo y solo supervisar antes de presentar un informe final al cliente.
  • Soy una esponja, trato en la medida de lo posible absorber todo el conocimiento que pueda, así el trabajo este delegado a un especialista, siempre es bueno tener una noción de lo que hace tu equipo de trabajo.
  • Hago sacrificios, definitivamente antes tenía más tiempo de ocio, al decidir emprender mucho de este tiempo es destinado a estar sacando adelante mis proyectos, esto sin descuidar por supuesto mi familia. Por eso, cuando te decidas a hacerlo, tiene que ser en algo que realmente te apasione.
  • Y, por último, la desconexión es importante. Por eso en la misma agenda también incluyo espacios de recreación, gym, pareja y amigos.

Como conclusión, te puedo decir que no es fácil. Pero con esfuerzo, mucha disciplina, organización y dedicación es posible. Enfócate en esa idea de negocio que tanto tienes en la cabeza y ponla en marcha. ¡Te auguro el mejor de los éxitos!  

Recuerda, ¡Todo fluye!

Douglas David Cohen

Publicista / Social Media Manager

@Dougdcohen

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